Recuerdo siempre las historias que contaba nuestro abuelo Ramón, me quedó marcado cuando nos hablaba del olor de su pueblo, Betanzos… El olor a pan recién hecho de la panadería de detrás de su casa, a donde su abuela llevaba el relleno para que hornearan la empanada; del pasto mojado, el caldo gallego y de las tortillas, recién hechas, con los huevos de las gallinas que correteaban por el patio. Hasta su mirada sonreía al decir: “Tiene olor a Galicia……” Años después, la morriña por encontrar ese olor me llevó a calzarme las botas, y llegar hasta Galicia también como peregrina, y descubrir yo misma que Galicia tiene muchos olores y sabores… Olor a salitre en el Camino del Norte o a vino en el Francés.... Olor a vaca, pasto o a fermento a la entrada de Galicia. Como chef quedaron latentes en mí los olores de las cocinas; de esos panes, pulpos, quesos o tortillas… La cremosidad de la leche, recién ordeñada, y la impresión de estar comiendo, como lo hizo en su día el abuelo Ramón, “comida de la de verdad”. Y así nació “LA JUGOSA”, una marca homenaje a ese Betanzos que tantas veces oímos nombrar y conocido bien, donde mis hermanos y yo hemos decidido tratar de acercar ese olor de Galicia a Madrid, para quitar, bocado a bocado, la morriña que lleva dentro, a todo aquel que algún día visitó Galicia.